Cuando BMW lanzó la Serie /5 como una nueva serie de modelos en 1969, las condiciones eran adecuadas para un cambio de tendencia en el mercado de motocicletas que anteriormente había estado experimentando un fuerte declive.
El rendimiento deportivo fue la carta de triunfo. La motocicleta ya no se consideraba un medio de transporte básico, sino que se consideraba cada vez más como un vehículo deportivo y de ocio. Los clientes exigían rendimiento y, por primera vez en la historia de BMW, el modelo insignia disfrutó de las mayores ventas en una serie de modelos.
La serie /5 fue una entidad impresionante con buen rendimiento, características de conducción segura y un alto nivel de confiabilidad.
Los tiempos eran difíciles para los fabricantes europeos de motocicletas durante la década de 1960. Los japoneses ya dominaban el mercado de menor capacidad y su éxito en las carreras de Gran Premio les permitió ampliar sus horizontes. Aunque se concentraron en producir motocicletas de más de 250 cc, la supervivencia de los fabricantes británicos y europeos se vio amenazada. Construidas con maquinaria moderna, estas nuevas motocicletas japonesas producidas en masa ofrecían un rendimiento líder en su clase y eran baratas y confiables.
Aunque las ventas de motocicletas sostuvieron a BMW a principios de la década de 1960, en 1963 la nueva gama de automóviles de BMW era más exitosa y rentable. Afortunadamente, ante una fuerte oposición, el director técnico Helmut Werner Bönsch logró persuadir a los directivos de BMW para que aprobaran un proyecto piloto para desarrollar un sustituto del /2. Con una designación interna de Tipo 246, este se convirtió en el /5, una serie de motores bóxer refrigerados por aire que sustentarían a BMW hasta 1996.
